De nuevo, una cliente de Starbucks ha sido apodada “Karen” por enfadarse con una barista de Starbucks y gritar “F*** Black Lives Matter” en el café después de que le dijeran que tenía que usar su mascarilla correctamente o no le servirían la próxima vez que vendría.
El altercado se publicó en Twitter y un vídeo del incidente se volvió viral y recibió más de 200.000 vistas.
Alex Beckom, la barista que publicó el vídeo, tuiteó: “Bienvenido a mi día en el trabajo #starbucks #karen @Starbucks“.
La mujer dijo que se sentía discriminada porque era “partidaria de Trump”
El vídeo del altercado de Beckom con la cliente comienza con la mujer respondiendo a Beckom sobre cómo se usa la mascarilla. Según una leyenda que escribió Beckom, la mujer se había bajado la mascarilla para hablar con la barista y esta le había pedido que se la pusiera correctamente cuando hablara con su compañero de trabajo. Las fotos muestran que la mujer llevaba la mascarilla debajo de la barbilla durante todo el encuentro.
“No voy a escuchar nada de lo que me dices si me hablas así”, decía la mujer en respuesta. “Está bien, está bien, pero la próxima vez, cuando vengas, voy a necesitar que te pongas la mascarilla”, dice Beckom mientras ella repite “si me hablas así” varias veces.
La barista interactúa con otra cliente mientras la mujer con la mascarilla mal puesta dice: “Y sé que me estás discriminando porque soy partidaria de Trump”. En un comentario, Beckom revela que la mujer llevaba una mascarilla de Trump 2020.
“Está bien, claro” dice Beckom. “Y tendrás que llevar puesta la mascarilla cuando vengas de nuevo, así que lo siento”.
“F*** Black Lives Matter”, dice la mujer. Luego agrega: “Necesito una pajita”.
“Aquí tienes”, dice Beckom, entregando una pajita.
“Gracias”, dice la mujer. “Y también necesito azúcar, por favor”.
“¿Qué tipo?” pregunta Beckom.
“El azúcar sin refinar, como tres paquetes, por favor”.
Cuando Beckom se los entrega y reitera que la mujer debe ponerse correctamente la mascarilla si quiere volver al Starbucks, la mujer explota.
“No, no, no es ninguna ley”, gritó la mujer. “No es una ley y puedo mostrarte el código penal y todo”.
“Está bien” dice Beckom repetidamente mientras la mujer se aleja del mostrador y declara: “Es un engaño”.
Beckom dice: “Está bien, la próxima vez que vengas, no podré ayudarte”. En respuesta, la mujer continúa caminando hacia la salida y grita: “No tengo porque usar una mascarilla, no voy a llevar ninguna. Esto es Estados Unidos y no tengo porque hacer lo que dices”.
“Disculpe, tendrá que irse”, dice Beckom. La mujer proclama: “Trump 2020”.
“Tienes que irte” repite Beckom, y agrega “Gracias”.
“¡No, que te jo***!” dice la mujer, saliendo furiosa por la puerta.
“Que tengas un buen día” le responde Beckom. Después de un breve momento, la mujer vuelve al café y grita: “F*** Black Lives Matter”.
Los empleados del café están obligador a hacer cumplir la obligación de llevar mascarillas
Have you heard of “Starbucks Karen?”
Amber Lynn Gilles walked into a Starbucks without a mask looking to buy a coffee, but was told to leave because she wasn’t wearing one.
She joins us now to share why she had no regrets over the encounter that escalated with anger.
Según CBS News, todos los Starbucks de Estados Unidos exigían que todos los clientes usaran mascarilla a partir del 15 de julio.
Beckom creó una página GoFundMe para ganar 100 dólares de propina y recibió dicha cantidad en 30 minutos de un donante anónimo; el importe alcanzó ahora más de 1200 dólares con donaciones de hasta 190 dólares. Muchos en Twitter elogiaron la conducta tranquila de Beckom durante todo el calvario, y una persona tuiteó: “Manejaste esto de manera excepcional. Lamento mucho que te haya pasado eso”. Otros pidieron a Starbucks que le diera un aumento a Beckom y emitiera una prohibición de por vida a esa cliente.
Las tiendas minoristas y los restaurantes se han convertido rápidamente en puntos clave de la guerra cultural para el uso de las mascarillas. Los incidentes entre clientes y empleados que intentan hacer cumplir las obligaciones de su tienda y / o región han sido numerosos y especialmente violentos. En algunos casos, hasta llevaron a asesinados.
Según una directriz del 1 de septiembre de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sobre “Limitar la violencia asociada con las políticas de prevención de COVID-19 en el lugar de trabajo en las empresas minoristas y de servicios”, el incidente que Beckom experimentó se consideraría violencia en el lugar de trabajo en forma de agresiones verbales, que se define como “gritar, insultar o intimidar a otra persona con la intención de herir o causar daño… (como las) emociones negativas de la persona agredida”.
Esas pautas aconsejan a los empleados que denuncien las amenazas y los actos de violencia y eviten discutir con los clientes “que parecen molestos”.
