Un exoficial del ejército ruso reconoció que las tropas invasoras cometieron crímenes de guerra en territorio ucraniano.
Russian army officer admits ‘Our troops tortured Ukrainians’ t.co/0mLfPDHUPB
El testimonio de Konstantin Yefremov estremece a la comunidad internacional y contradice la palabra del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien siempre sostuvo que sus tropas nunca cometieron crímenes de guerra durante la invasión a Ucrania.
Ex-Wagner commander Andrei Medvedev and Russian army soldier Konstantin Yefremov have spoken of their war experiences.
Yefremov, quien desertó de Rusia y tiene pedido de captura en su país de origen por el delito de deserción, habló abiertamente sobre las violaciones a los derechos humanos en Ucrania en una reciente entrevista que le concedió a la BBC.
El testimonio del soldado
De acuerdo a su palabra, los prisioneros ucranianos eran torturados hasta dos veces por día durante su cautiverio.
“I have no moral right to ask Ukrainians for forgiveness. I can’t forgive myself, so I can’t expect them to forgive me.” A former Russian army officer tells us about crimes he says he saw Russian soldiers committing in Ukraine, including torture & looting. Producer @BBCWillVernon
Yefremov era parte de la división 42 División de Fusileros, escuadra que ingresó a Ucrania a través de Crimea el 10 de febrero del 2022.
“En ese momento, nadie creía que habría una guerra. Todos pensaron que esto era solo un simulacro. Estoy seguro de que ni siquiera los oficiales superiores lo sabían”, expresó el exoficial.
Yefremov reveló que las tropas rusas colocaban una letra “Z” en uniforme y vehículos militares. En ese momento, el oficial sintió el deseo de abandonar la guerra.
“Dejé mi arma, me subí a un taxi y me fui. Quería volver a mi base en Chechenia y renunciar oficialmente. Entonces mis compañeros dijeron me llamó por teléfono con una advertencia. Un coronel me había prometido meterme en la cárcel hasta 10 años por deserción y había alertado a la policía”, expresó.
El temor de ser castigado
Pero el exoficial tuvo miedo de ir a prisión. Por ese motivo decidió quedarse en Ucrania. En Bilmak, Yefremov presenció interrogatorios a los que calificó como “un infierno”.
“Uno de ellos admitió ser un francotirador. Al escuchar esto, el coronel ruso perdió la cabeza. Lo golpeó, le bajó los pantalones al ucraniano y le preguntó si estaba casado. ‘Sí’, respondió el prisionero. ‘Entonces que alguien me traiga un trapeador’, dijo el coronel. ‘Te convertiremos en una niña y le enviaremos el video a tu esposa”, contó.
“El ucraniano no entendió la pregunta. Respondió que los soldados eran infantería naval de las fuerzas armadas ucranianas. Por esa respuesta le sacaron algunos dientes”, completó la anécdota en diálogo con la BBC.
“El coronel le puso una pistola en la frente al preso y le dijo: ‘Voy a contar hasta tres y luego te tiro en la cabeza’. Él contó y luego disparó justo al costado de su cabeza, en ambos lados. El coronel comenzó a gritarle. Le dije: ‘¡Camarada coronel! ¡No lo puede oír, lo ha ensordecido!’”, dijo.
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