Un reconocido neurólogo de origen argentino fue hallado muerto este lunes en su celda de la Prisión de Rikers Island de Nueva York. El médico se encontraba cumpliendo condena por el abuso sexual de seis de sus pacientes.
Ricardo Cruciani, de 68 años, había estado en libertad bajo fianza hasta el 29 de julio. Ese día fue devuelto a la prisión tras confirmarse su culpabilidad en seis casos de abuso sexual. El próximo 13 de septiembre iban a leerle su sentencia.
Presunto suicidio
Si bien el Departamento de Corrección de la ciudad de Nueva York no emitió ningún parte al respecto, en la prensa neoyorquina circula la versión de que Cruciani se habría suicidado.
Así lo informó el prestigioso periódico New York Daily News. Según este medio, el neurólogo argentino fue hallado en la zona de las duchas comunes de la prisión. No había indicios de asesinato. Al parecer, se suicidó colgando una prenda de ropa de una de las canillas de la ducha.
Frederick Sosinsky, abogado de Cruciani, confirmó la muerte del médico pero no indicó el modo en que esta se había producido.
““Los abogados y la familia de Ricardo están conmocionados y entristecidos más allá de lo creíble por haberse enterado de su muerte violenta mientras estaba bajo custodia de la ciudad esta mañana”, precisó.
La familia pide una investigación
Según indicó el abogado del neurólogo, Cruciani tenía que tener una guardia protectora las 24 horas porque ya había demostrado tendencia suicida. Al parecer, eso no sucedió.
“Hasta donde sabemos, ninguna de estas condiciones se cumplió nunca. Si lo hubieran sido, no estaríamos teniendo esta terrible conversación”, dijo el abogado en diálogo con la prensa.
Los paramédicos llegaron al lugar del hecho alrededor de las 5:50 AM de la mañana del lunes. Allí intentaron reanimar a Cruciani, quien fue declarado muerto a los pocos minutos.
Cruciani estaba preso enfrentando cargos por abusos sexuales, violación y comportamiento depredador. Según había determinado la justicia, el médico argentino se aprovechó de seis pacientes mujeres que habían acudido a su consultorio con enfermedades complejas. Era empleado en el prestigioso hospital Mount Sinai de la ciudad de Nueva York.
Un dato alarmante: en lo que va del 2022 han muerto 12 reclusos, en diferentes circunstancias, de la Prisión de Rikers Islands.
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