El pasado 27 de agosto, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dieron a conocer el reporte de un estudio detallado que se realizó en el estado de California, en donde quedó al descubierto un brote de la variante Delta en una escuela primaria del condado de Marín.
El informe presentado por la entidad da cuenta de que una profesora de esta institución educativa no vacunada, se presentó a laborar a sabiendas de que experimentaba síntomas de tos, fiebre y dolor de cabeza, de los que asumió se trataban de síntomas de una alergia, y quien en algún momento mientras dictaba sus respectivas clases, se retiro el tapabocas para dar lectura de un texto a sus estudiantes.
El caso de contagio ocurrió en mayo, de acuerdo con las autoridades, la maestra regresó a dar clases después de dos días de mostrar síntomas de virus Covid-19. A pesar de no encontrarse del todo bien, la docente se quitó la máscara dentro del salón de clases para leerle un texto a sus alumnos.
“La mayoría de los lugares donde estamos viendo sobrecargas y brotes se encuentran en lugares que no están implementando nuestra guía actual”, dijo la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, quien discutió los estudios en una sesión informativa.
Según el informe de los CDC y de las autoridades sanitarias del estado de California, después del rastreo de contactos para encontrar a los posibles infectados, se supo que en total se contagiaron 26 alumnos de la primaria y sus contactos se infectaron, de los cuales 18 contrajeron la variante delta del coronavirus, informó ViveUSA.
“Este es un ejemplo de lo fácil que es socavar los esfuerzos para proteger a los niños demasiado jóvenes para ser vacunados”. Dijo Walensky sobre el caso. “Sabemos cómo proteger a nuestros hijos en la escuela. Tenemos las herramientas”. Añadió.
Informe del caso
De acuerdo con información de Actualidad, El Departamento de Salud Pública del condado inició una investigación de ese brote el pasado 26 de mayo, tres días después de que la maestra informara de que había dado positivo en las pruebas del coronavirus. La mujer, que inicialmente atribuyó los síntomas a una alergia, era uno de los dos miembros del personal de la institución educativa que no habían sido vacunados con ninguna de las inmunizares autorizadas en el país.
Posteriormente, 22 de los 24 alumnos de la maestra se sometieron a un test y 12 de ellos resultaron infectados con el virus. La mayoría de estos estuvieron sentados en las dos primeras filas del aula de clases. Según explicaron los expertos, la profesora leyó ocasionalmente en voz alta a los niños, que no tenían mascarillas, a pesar de los requisitos de la escuela de llevarlas cuando están en el interior. Los expertos concluyeron que la tasa de infección en la clase afectada fue del 50%, mientras en las dos primeras filas ascendió al 80%.
Cuatro alumnos de otras clases de primaria también dieron positivo: todos ellos eran hermanos de tres estudiantes de la profesora no vacunada, “y se supone que la exposición se produjo en sus respectivos hogares”, detallaron los CDC, subrayando que los niños menores de 12 años no pueden ser inoculados, por lo que su seguridad depende de que otros adultos se vacunen para minimizar la propagación del SARS-CoV-2.
Además, se infectaron cuatro padres de familia –solo uno de ellos no estaba vacunado–, así como seis alumnos de otro curso, que empezaron a presentar síntomas después de que uno de ellos organizara una fiesta de pijamas, según las autoridades.
Algunas pruebas recogidas a lo largo de la investigación sugieren “que las infecciones que se produjeron en las dos aulas probablemente formaban parte del mismo brote”, señalaron los CDC y detallaron que del total de 26 alumnos de primaria y sus contactos, al menos 18 de ellos contrajeron la variante Delta.
“La tasa de infección del brote pone de manifiesto la mayor transmisibilidad de la variante Delta y su potencial de rápida propagación, especialmente en poblaciones no vacunadas, como los escolares demasiado jóvenes para la vacunación”, dice el informe.
Los expertos también declararon que el impacto del brote en la comunidad en general pudo haber sido limitado gracias a la alta tasa de vacunación del condado de Marín. Sin embargo, señalaron que las nuevas pruebas de la “alta transmisibilidad de la cepa Delta, incluso entre personas totalmente inmunizadas, respaldan las recomendaciones de llevar mascarillas en las escuelas”. El uso de un cubrebocas adecuado, las pruebas rutinarias, la ventilación y la permanencia en casa mientras se está sintomático son importantes para garantizar la seguridad de la enseñanza en las escuelas”, concluyeron.
Maestros reacios a vacunarse
Entre tanto, la doctora Lisa Santora, subdirectora de salud del condado, se refirió a este contagio, y estableció que los funcionarios de ese lugar habían hecho un llamado al personal docente para aplicarse desde enero alguna de las vacunas dispuestas para el control de la pandemia, pero que muchos de ellos se habían rehusado a tomarla. “Vimos de primera mano que no eran los niños los que iban a enfermar a los profesores. Iba a ser al revés”, dijo Santora a CNN.
De hecho, indicó la funcionaria que en el condado de Marín se habían organizado eventos de “Súper Sábado” para animar a los maestros y al personal a vacunarse, pero algunos maestros siguen sin vacunarse. “Los adultos están subestimando su riesgo de hospitalización cuando deciden no vacunarse”, dijo a CNN.
Según CNN, estableció Santora que el 90% de las personas que se encuentran en los hospitales con Covid-19 en el condado en este momento no están vacunadas, y muchas tienen entre 30 y 50 años. El brote en la escuela primaria fue un aviso para el condado de que la variante delta iba a dificultar la prevención de brotes, indicó.
“Algunos de los adultos que formaron parte del brote, que eran padres de niños de la escuela, estaban vacunados. Eso fue otro indicio para nosotros de que la variante delta era diferente”, comentó. Igualmente, enfatizó Lisa Santora que gracias a que el condado realizó de manera diligente el rastreo de los contactos involucrados en el caso, esto fue de ayuda para tener un espectro más amplio de lo sucedido.
La realización de pruebas a la mayoría de los niños expuestos fue clave, porque muchos de ellos nunca desarrollaron síntomas. “La escuela hizo lo correcto con todas sus estrategias de mitigación”, dijo Santora. “Creo que si no fuera [la variante] delta, no creo que hubiéramos visto esto”.
LEER MÁS: Nicole Gee: homenaje a la infante de marina de California que murió en Afganistán