Philip Morales, un niño de seis años, de Greely, Colorado tuvo que ser transportado en helicóptero al Rocky Mountain Children’s Hospital luego de gritar, convulsionar y arrancarse el pelo debido a una enfermedad ligada a COVID, informó la el medio de televisión KDVR. Philip fue diagnosticado con Síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C) un poco antes de Navidad. El síndrome se ha manifestado en pequeños que se enferman con el COVID-19, a veces como parte de las secuelas.
Philip empezó a presentar síntomas un mes después de que varios miembros de su familia dieran positivo por COVID. Entre sus síntomas también padeció de fiebre, ojos rojos e hinchados, y vómitos.
Los padres del pequeño aseguran nunca haberlo visto comportarse de esa manera
Angela Weiss / AFPPhilip Morado, un niño de 6 años, fue transportado por helicóptero al hospital por enfermedad ligada a COVID
Los padres del pequeño aseguran nunca haberlo visto comportarse de esa manera. “Fue aterrador ver que no podía controlar su cuerpo. Casi como si estuviera recibiendo un golpe a través de su cuerpo. Podía sentir su corazón atravesándole el pecho”, dijo el padre de Philip, Sammy Morado, al canal de televisión local KDVR.
Asustados, lo llevaron a un centro de urgencia local donde los médicos le recetaron calmantes para el dolor y les recomendaron “dejar el virus pasar”. Pero los síntomas no cesaban y la condición de Philip provocó tal consternación que sus padres decidieron ir en busca de una segunda opinión y llevarlo al North Colorado Medical Center.
Su madre Shannon, le dijo al medio que los médicos en North Colorado Medical Center le dijeron: “tendremos que llevarlo a Denver. Mi corazón simplemente dejo de latir, como, ‘¡¿Qué está pasando?!'”
Los médicos del hospital detectaron que el corazón del niño estaba en grave peligro, e inmediatamente le administraron la medicación adecuada.
Shannon espera que su historia sirva de ayuda para que todo padre enfrentando una situación similar pueda detectar los síntomas de este mal.
El caso de Grace Maurer de 7 años, quien sufrió del mismo mal también circuló en las noticias
Otro caso que circuló en las noticias fue el de la pequeña de 7 años, Grace Maurer, de Utah a finales de diciembre. Lo que inicialmente los médicos pensaron era una posible infección renal en noviembre cuando Andrew y su esposa, Caitlin Maurer, llevaron a Grace a urgencias terminó siendo algo más serio a medida que pasaba el tiempo y la condición de la niña empeoraba.
Según le dijo la madre de la niña a The U.S. Sun, “estaba tan completamente fuera de sí. Si apenas la tocabas, gritaba de dolor. Y luego sus ojos empezaron a hincharse. Fue entonces cuando supe, ‘tenemos que irnos’”.
Aunque Grace dio negativo a una prueba de COVID-19 mientras estaba hospitalizada, los doctores piensan que en algún momento previo, la niña presentó un cuadro asintomático del coronavirus y que el Síndrome inflamatorio multisistémico que desarrolló forma parte de las secuelas.
Eventualmente la niña fue dada de alta pero sus padres y sus médicos todavía les preocupa el daño que la enfermedad le ha causado al corazón de Grace y han advertido que la niña no participe en ninguna actividad física extenuante.
Síndrome inflamatorio multisistémico afecta a los órganos vitales y puede causar daño permanente o mortal
El Síndrome inflamatorio multisistémico es una enfermedad rara que afecta a los niños semanas después de contraer COVID-19. La afección ha sido vista en varios niños después del inicio de la pandemia. MIS-C ha sido comparado con el síndrome Kawasaki y puede causar una inflamación severa de los órganos. MIS-C afecta a los órganos vitales y puede causar daño permanente o, en algunos casos, la muerte.
Los CDC informaron que las señales y síntomas del MIS-C incluyen fiebre, dolor abdominal, vómitos, diarrea, dolores de cuello, sarpullido, ojos inyectados de sangre, agotamiento intenso (la Clínica Mayo también tenía enrojecimiento de labio y lengua/hinchazón y enrojecimiento/hinchazón de manos o pies en su lista).
