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Murió un aspirante a SEAL de la Armada de Estados Unidos tras realizar un riguroso plan de entrenamiento militar conocido como “Semana del Infierno”.
El joven de 24 años, quien se preparaba para entrar a la Marina, fue identificado como Kyle Mullen.
Murió el viernes 4 de febrero en un hospital de San Diego. Según el informe de la Armada, el cadete falleció luego de reportar “síntomas desconocidos” luego de haber desarrollado exigentes entrenamientos militares.
El diario San Diego Union-Tribune informó que, además de Kullen, otro aspirante a SEAL terminó hospitalizado debido a las altas exigencias físicas de los entrenamientos.
El nombre de esta persona no trascendió en los medios de comunicación. Según el prestigioso periódico, se encuentra en condiciones estables.
Investigan la causa de muerte de Kyle Mullen
La causa de muerte de Kyle Mullen no fue precisada por parte de la Armada. Se encuentra abierta una investigación para determinar qué pasó con el aspirante a SEAL fallecido el viernes.
Tanto Mullen como el otro joven hospitalizado habían culminado con éxito la primera fase de una prueba conocida como “Semana Infernal” o “Semana del Infierno”, requerida para el ingreso a la Demolición Básica Submarina/SEAL.
Mullen, oriundo de Manalapan, Nueva Jersey, no había tenido ningún inconveniente mientras realizaba los entrenamientos militares. La “Semana Infernal” tiene una duración de cinco días y medio.
El comunicado de la Armada
La Armada de los Estados Unidos expresó sus condolencias a la familia de Kyle Mullen mediante un comunicado que lleva la firma del contraalmirante H.W. Howard III, quien está al frente del Comando de Guerra Especial Naval en Coronado, California.
“Estamos extendiendo todas las formas de apoyo que podemos a la familia Mullen y a los compañeros de clase de Kyle en BUD/S”, reza el comunicado.
Mullen hizo su ingreso a la Armada en marzo del 2021. En el mes de octubre se sumó a los entrenamientos para convertirse en un SEAL.
La Semana del Infierno
La “Semana del Infierno” es una conocida prueba de entrenamiento de la Armada de los Estados Unidos. Se lleva a cabo en la cuarta semana de la evaluación a los aspirantes a SEAL.
El método de entrenamiento pone a prueba las habilidades físicas y psicológicas de los cadetes, como así también sus conocimientos para operar en el agua. También mide la capacidad de liderazgo de los aspirantes a SEAL.
La prueba se caracteriza por su rigor y dureza. Entre el 50% y 60% de los aspirantes a SEAL abandonan sus propósitos de ingresar a la Armada tras fracasar en la “Semana Infernal”.
Cada cadete duerme un máximo de cuatro horas diarias durante esa semana. Se estima que los aspirantes pasan entre dieciocho y veinte horas al día realizando ejercicios físicos. A lo largo de la semana llegan a correr más de 320 kilómetros.
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