La policía de Texas desbarató una banda que operaba en ese estado de los Estados Unidos transportando de manera ilegal a migrantes en camiones. Una mujer está señalada como jefe de la asociación.
Erminia Serrano Piedra, alias ‘Irma’ y ‘Boss Lady, era la jefa de esta banda de coyotes que sacaban gente de México y la transportaban sin la documentación pertinente hacia los Estados Unidos. La noticia y los detalles del caso fueron confirmados por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Según el comunicado del Departamento de Justicia, la banda también operaba desde Guatemala y Colombia hacia los Estados Unidos. Fue descrita como “deplorable” la condición en la que eran trasladados los migrantes.
Así desmantelaron a la banda
El golpe a esta banda se produjo luego de una ardua investigación que incluyó arrestos en los estados de Texas, Louisiana, Mississippi y Alabama.
Serrano Piedra, de 31 años, operaba junto a seis colaboradores. Según el gobierno de los Estados Unidos, la banda fue desarticulada por completo. La próxima tarea es decomisar a estos delincuentes los 2.3 millones de dólares que se estima recaudaron en los últimos años dedicándose al tráfico ilegal de personas.
Modus operandi de la banda
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos explicó en un comunicado el modus operandi de esta banda de coyotes.
Según dijeron, la banda tenía varios conductores que recogían migrantes en camiones y los transportaban hasta ciudades como Austin y Laredo. Allí, los migrantes se escondían durante algunos días para luego iniciar una nueva vida en los Estados Unidos.
Además, la banda que lideraba Serrano Piedra tenía casas de seguridad en distintas ciudades cercanas a la frontera para ‘guardar’ allí a los migrantes durante algún tiempo.
Estos delincuentes contaban estaban equipados con grandes maletas en las que escondías a los niños y jóvenes. Todos los migrantes viajaban ocultos en las cajas de camionetas pick ups y camiones. Incluso se constató un caso en que los migrantes fueron ocultados en un camión cisterna.
“Ya que con frecuencia eran retenidos en espacios cerrados con poca ventilación, sin control de temperatura y en condiciones que los ponían en gran riesgo”, precisó el Departamento de Justicia.
Cada uno de los conductores recibía un pago de 2500 dólares por cada migrante que transportaban al otro lado de la frontera.
Más allá de esta cifra, no está precisado cuánto se le pagaba a estos coyotes por algunos casos especiales. Lo que sí se sabe es que eran los familiares de los transportados quienes aportaban el dinero.
“Esta organización de tráfico de personas operaba a gran escala, asignando un alto valor a las ganancias financieras, mientras ponía en gran riesgo la vida de los migrantes”, indicó el vicefiscal Kenneth A. Polite, perteneciente a la División Criminal del Departamento de Justicia.
“Mienten para ganar dinero, convenciendo a migrantes vulnerables de que entreguen lo que a menudo son los ahorros de toda su vida a cambio de promesas vacías de llegar a Estados Unidos. Los traficantes suelen abandonar a los migrantes en el desierto o en las montañas sin comida o agua, dejándolos por muertos”, agrega el mecionado funcionario.
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