El tren que se descarriló en el estado de Ohio en Estados Unidos, el pasado 3 de febrero de 2023 y el cual transportaba sustancias químicas tóxicas, tiene a los residentes de esta zona, temerosos de retornar a sus viviendas luego de ser evacuados por las autoridades por riesgo de explosión.
¿Qué temen los pobladores?
East Palestine, un pueblo de unos 4700 habitantes situado a alrededor de 80 kilómetros al noroeste de Pittsburgh fue el lugar donde un tren de carga de la compañía Norfolk Southern se salió de la vía férrea en la ruta de Madison, Illinois, a Conway, Pensilvania, de acuerdo con la BBC.
El transporte cargaba con 20 vagones con materiales químicos y altamente combustibles, de los cuales 10 sufrieron descarrilamiento, y de los que La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de enfermedades, junto con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, informaron se hallaba cloruro de vinilo, un compuesto que al quemarse libera fosgeno, un gas que fue usado como arma de guerra.
“Se sabe que se han liberado y se siguen liberando” al aire, al suelo y a las aguas superficiales sustancias químicas como cloruro de vinilo, acrilato de butilo, acrilato de 2-etilhexilo y éter mono butílico de etilenglicol”, comunicó la agencia de Protección Ambiental estadounidense, EPA.
De acuerdo con Univisión, esa misma noche, las autoridades crearon una zona de evacuación en la población de 4,700 residentes que hace frontera con Pennsylvania. Luego llevaron a cabo una liberación controlada de gases tóxicos para neutralizar la carga en llamas de algunos de los 50 vagones que se descarrilaron del tren compuesto por 150 carros.
“Quienes se encuentran en el área inmediata del descarrilamiento podrían enfrentar un grave peligro de muerte”, advirtió el gobernador de Ohio, Mike DeWine, horas después de que se ordenara a la población de ambos estados desalojar sus viviendas sin que informara qué químicos cargaban los transportes que arrastraba la máquina de la empresa Norfolk Southern Railway.
A pesar de la alerta de desalojo para los residentes del lugar, la EPA, en colaboración con Norfolk Southern y la Agencia de Gestión de Emergencias del condado de Columbiana, informaron el pasado 13 de febrero haber analizado el aire de unas 290 residencias de East Palestine y sus alrededores, y no haber detectado restos contaminantes de cloruro de vinilo e hidrogeno, y que por tanto las personas podían retornar a sus hogares, sin riesgo de padecer afecciones respiratorias de carácter mortal.
Sin embargo, hasta el momento se perciben los olores de los compuestos, y los habitantes tienen miedo de exponerse a padecer alguna consecuencia por inhalarlos, más cuando han sido enterados por las autoridades sanitarias de que el cloruro de vinilo es una sustancia conocida como generadora de cáncer, falla renal, y que además al tener contacto con ella puede causar mareos, somnolencia y dolores de cabeza.
“Respirar altos niveles de cloruro de vinilo puede causar mareos o somnolencia”, dice la agencia. ““Respirar niveles muy altos puede hacer que usted se desmaye; y respirar niveles extremadamente altos puede causar la muerte”, informó Univisión.
El miedo colectivo se incrementa más, luego de que a través de las redes sociales se han compartido imágenes de peces muertos, y testimonios de personas que dicen que sus aves de corral y mascotas han enfermado y otras fallecido.
De hecho, alrededor de 3.500 peces de 12 especies diferentes habían muerto tras el accidente a lo largo de 7,5 millas de arroyos al sur de Palestina Oriental, reveló el Departamento de Recursos Naturales de Ohio, según la BBC.
Expertos en medio ambiente dijeron a la BBC que tenían dudas sobre la decisión del gobierno de permitir que la gente regresara a Palestina Oriental tan poco tiempo después del accidente y la quema controlada. “Parece que los reguladores estatales y locales se han apresurado a dar luz verde al regreso de la gente”, declaró David Masur, director ejecutivo del PennEnvironment Research & Policy Center.
“Eso genera mucha desconfianza y escepticismo en el público a la hora de confiar en estas agencias, lo cual es un problema”, dijo Masur. Además del cloruro de vinilo, varias de las otras sustancias del tren podrían formar compuestos peligrosos al quemarse, como la dioxina, aseguró Peter DeCarlo, profesor de la Universidad Johns Hopkins que estudia la contaminación atmosférica. “Como químico atmosférico, es algo de lo que me gustaría mantenerme muy, muy, muy alejado”. Añadió que quería que la EPA publicara datos más detallados sobre la calidad del aire.
Arma química de guerra
El cloruro de vinilo, según El Universal, se trata de un gas incoloro, con un aroma suave y dulce. Se quema con facilidad y es inestable cuando hay altas temperaturas. Al quemarse, puede crear fosgeno, una sustancia altamente tóxica que fue utilizada como arma química en la Primera Guerra Mundial.
Se evapora fácilmente al entrar en contacto con agua o tierra. En el aire, el cloruro de vinilo se transforma en otras sustancias peligrosas.
De acuerdo con expertos, aquellas personas expuestas durante años a este gas presentan cambios en la estructura celular del hígado, el pulmón o el tejido conectivo.
También está ligado con diversos tipos de cánceres, principalmente el hepático, y puede originar lesión genética de carácter hereditario. Entre los síntomas por intoxicación por este compuesto, están la irritación en los ojos, mareos, somnolencia, desmayos, alteraciones en el sistema inmunitario o problemas de circulación de la sangre en las manos. También se pueden presentar ampollas y enrojecimiento al estar en exposición con el gas, informó El Universal.
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