Desde que empezó la pandemia del coronavirus, una de las preguntas que muchas personas se habían venido haciendo es si el COVID-19 se puede transmitir a través del aire, y aunque por meses la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha defendido la idea de que el mayor foco de contagios son las particulas húmedas que una persona puede soltar al toser o estornudar, ahora ha empezado a admitir que el aire también pudiera ser foco de contagio.
El organismo internacional no había querido aceptar esa teoría, pero luego de que 239 de los científicos más respetables del mundo hicieran sus comentarios sobre el aire como elemento de contagios, y enviaran una carta a la OMS exigiendo que hable claro sobre el tema, por fin advirtieron que puede ser otra manera de infección.
Benedetta Allegranzi, directora técnica para infecciones, prevención y control de la OMS, aseguró, según reportó BBC, que la evidencia sobre la transmisión del coronavirus por particulas volando en el aire en “los escenarios aglomerados, cerrados y poco ventilados que han sido descritos no puede ser descartada”.
Con esto la OMS al menos abre una puerta a advertir a la gente que no debe confiarse sobre la falsa idea de que el virus no está en el aire.
Los científicos que hicieron las afirmaciones, urgieron a los gobiernos a que revisen el manejo de sus protocolos de protección y promuevan entonces el uso permanente de las mascarillas y se exija una ventilación apropiada en sitios aglomerados.
“Queríamos que (la OMS) reconociera la evidencia”, dijo en diálogo con la agencia Reuters José Jiménez, uno de los científicos de la Universidad de Colorado que firmó la carta enviada a la Organización Mundial de la Salud para que no ignore el tema.
“Esto no es un ataque contra la OMS. Es un debate científico, pero sentimos que era necesario hacerlo público porque rehusaban escuchar la evidencia después de muchas conversaciones que tuvimos con ellos”.
Benjamin Cowling, de la Universidad de Hong Kong, otro de los firmantes de documento, le dijo a la BBC que sus análisis revelan un patrón claro que no hay que ignorar.
“En entornos sanitarios, si la transmisión aérea representa un riesgo, los trabajadores de la salud deberían usar el mejor equipo profiláctico posible… Y en realidad la Organización Mundial de la Salud dijo que una de las razones por las cuales preferían no hablar sobre la transmisión por aire del covid-19 era porque no había suficientes máscaras especializadas de este tipo en muchas partes del mundo”, dijo el experto.
“Si creemos que la transmisión por aire implica un riesgo particular, entonces deberíamos pensar cómo podemos evitar los eventos superpropagadores, los brotes grandes y aquellos que pueden ocurrir en ambientes cerrados con poca ventilación, aglomerados y en los que se da el contacto cercano prolongado”.