Tras una semana de deliberaciones, un jurado absolvió este viernes al ex jugador estrella de la NFL, Aaron Hernández, por el asesinato en el 2012 de dos personas frente a un club nocturno en Boston. Sólo se le halló culpable de portar un arma sin licencia.
Hernández enfrentaba ochos cargos, incluyendo dos de asesinato, tres de ‘agresión armada’ y uno de ‘intimidación de un testigo’. Este último fue por alegadamente intentar asesinar al testigo estrella de un disparo en la frente para impedirle declarar ante las autoridades.
Sin embargo, el veredicto favorable no cambia mucho la realidad de Hernández, quien actualmente sirve una cadena perpetua por otro asesinato sin posibilidad de salir en probatoria, reportó USA Today.
Visiblemente emocionado, Hernández no pudo contener las lágrimas y abrazó a sus abogados defensores cuando el veredicto fue anunciado.
“Él fue acusado de algo que hizo otra persona”, dijo Ronald Sullivan, uno de sus abogados según reportó CNN. Esa precisamente fue la estrategia de la defensa, quien argumentó con éxito que fue el testigo estrella de la fiscalía, Alexander Bradley, quien haló el gatillo.
La estelar defensa del ex jugador estrella de la NFL también incluyó al abogado puertorriqueño, José Báez, quien se hizo notable por lograr la absolución de Casey Anthony, una mujer de Orlando, acusada en el 2008 de asesinar a su hija de tres años, en un caso de electrizó al país durante meses.
Hernández fue acusado de asesinar a Daniel de Abreu y Safiro Furtado. La fiscalía federal lo encauzó el 2014 y presentó como testigo estelar a Bradley, un narcotraficante amigo de Hernández. Este testificó que el problema comenzó cuando Hernández se molestó con Abreu porque chocó con él en la pista de baile y le derramó una bebida sobre su ropa.
Bradley testificó que él propuso que se fueran a otro club para calmar los ánimos. A la salida, volvieron a ver a Abreu y el ex jugador pensó que estaba siendo seguido. Según reportó el portal Boston.com, fue ahí cuando Hernnández habría cometido el asesinato.
“El asesino tuvo un placer particular en lo hizo esa noche,” dijo el fiscal Patrick Haggan. “Quería que las víctimas vieran lo que iba a suceder”.
Tras la balacera, ambos hombres huyeron del lugar y acordaron mantener el incidente en secreto, hasta que Hernández comenzó a sospechar que Bradley no era capaz de mantener silencio e intentó asesinarlo de un disparo en la frente en febrero del 2013. El narcotraficante sobrevivió y prometió vengarse, reportó la cadena CBS.