Julián Figueroa se le apareció a Maribel Guardia

Maribel Guardia y Julián Figueroa
Mezcalent
Maribel Guardia y Julián Figueroa

Maribel Guardia vivió un momento especial mientras rezaba tras la muerte de su hijo Julián Figueroa. “Yo vi a Julián ayer cuando rezaba”, le contó a una de sus seguidoras en las redes. “Llegó a mi lleno de luz y me abrazó. Cambio mi dolor. Ellos están como bien dices en la luz”.

Maribel conectó con algunos de sus seguidores que comentaron en el video que compartió la artista este martes 18 de abril. En el video Maribel se encuentra en el parque con su nieto divirtíendose después de salir del colegio. Muchos de sus seguidores comentaron en el video con la intención de confortar a Maribel, quien perdió a su único hijo el pasado 9 de abril tras sufrir un infarto agudo al miocardio y fibrilación ventricular.

Uno de sus seguidores comentó: “Sé tu dolor!Yo lo pasé y sigo pasando. Es un sueño de nunca despertar. Que Dios nos fortalezca”. Maribel Guardia le respondió: “Ellos están en la luz, no lo dudes ni un segundo, ya los veremos algún día. Yo vi a mi Julián lleno de luz con una sonrisa inmensa y me abrazó”.

Otro de sus seguidores le escribió lo siguiente: “Dios está contigo y la prueba fiel de ello es tu fortaleza y la sonrisa de tu príncipe, Julián se te presentará y debes estar muy atenta a sus señales”. Maribel le respondió: Ya lo hizo. Me llenó de paz”.


Así continuaron las conversaciones.”Bello su nieto Maribel, le mando un fuerte abrazo de mama a mama ,hace 7 meses pase lo mismo , pero sabe que ,un dia ala ves ,Dios sigue siendo bueno ,aferrese al Amor de Dios transmitido por la gente que la ama. Isis le escribe desde Honduras,en Costa Rica vive mi hija ,un abrazote”, comentó una de sus seguidoras. A lo que Maribel le respondió: “Bendiciones Isis, nuestros tesoros en los brazos de Dios”.

A dos días del fallecimiento de su hijo, Maribel habló ente la prensa y aconsejó a los padres “que a sus hijos los vean crecer, los vean casarse, y tener nietos y (que los vean) triunfar y que sus hijos los entierren a ustedes porque no hay dolor tan grande que enterrar a un hijo. No se lo deseo a nadie, que Dios los guarde en la palma de su mano”.