El Príncipe Guillermo de Cambridge, nieto de la Reina Isabel II y segundo en la línea de sucesión al trono, rechazó este jueves las acusaciones de racismo que hicieron los Duques de Saussex en contra de la familia real, en la entrevista concedida a la periodista Oprah Winfrey, el pasado domingo 7 de marzo.
El Duque de Cambridge, durante una visita a una escuela en el este de Londres, y frente a los cuestionamientos de periodistas sobre las declaraciones que dio su hermano Harry y su cuñada Megan Markle en esta entrevista, afirmó que “!no somos una familia racista¡”, y señaló su intención de hablar con el príncipe Enrique. “No, todavía no he hablado con él, pero lo haré”, Dijo el Príncipe Guillermo, según RTVE.
Las revelaciones de la intimidad de la familia británica salieron a la luz publica en el programa emitido durante dos horas por la cadena CBS el domingo pasado en EE.UU. y el lunes en el Reino Unido, y en él, la ex duquesa de Saussex, Megan Markle, fue la protagonista de la entrevista durante la primera mitad de la misma, conversación en la que reveló que un miembro de la familia real no identificado, cuestionó en su día el color de la piel que tendría hijo Archie.
“Archie, no recibiría un título o seguridad, reveló Meghan, y dentro de la familia real, hubo varias “preocupaciones y conversaciones sobre cuán oscura podría ser la piel del bebé (Archie) cuando naciera”. Harry confirmó estas conversaciones, pero agregó que nunca compartiría detalles sobre quienes dijeron estas palabras, de acuerdo a CNN.
Así mismo, la duquesa de Sussex, quien es afro estadounidense, afirmó que el Palacio de Buckingham se negó a otorgar protección al niño, a pesar de que esa es la tradición.
A raíz de toda esta discriminación, Megan confesó que la presión que sintió por parte de la prensa británica la llevaron a pensar en suicidarse, “ya no quería vivir más”, “ese era un pensamiento constante, muy claro, real y aterrador”. Agregó Meghan, que le transmitió a la familia real que estaba luchando y que necesitaba ayuda profesional, pero le dijeron que “no podía, que no sería bueno para la institución”, informó El Tiempo. “No quería vivir más. Ese era un pensamiento constante muy claro, real y aterrador”, afirmó.
Dentro de otras declaraciones, Megan también se refirió al incidente que tuvo con la esposa de Guillermo, Kate Middleton, de quien dijo que contrario a lo que se creía y se había informado por la prensa británica, no fue ella quien hizo llorar a Kate, la duquesa de Cambridge, sino que sucedió lo contrario, durante un incidente que se dio antes de su matrimonio en el año 2018, por el vestuario que usarían las niñas, damas de honor. Una diferencia que Kate quiso desagraviar con un envió de flores a Megan, y con una nota pidiéndole disculpas por lo acontecido.
Por su parte el príncipe Harry, dio su testimonio de lo atrapado que se encontraba y sin saberlo; dijo que al igual que Meghan, también había estado atrapado dentro del sistema, pero que no lo sabía. Agregó que su hermano y su padre también estaban atrapados y que la institución real era un ambiente sofocante.
De hecho, Harry reveló que su padre, el príncipe Carlos, dejó de atender sus llamadas mientras la pareja ocupaba sus nuevos roles después de alejarse de la familia real e irse a Canadá. Pero, que sin embargo su padre Carlos había comenzado de nuevo a atender sus llamadas. Agregó además el amor que tiene por su hermano, el príncipe William, pero afirmó que su relación experimenta algo de «espacio» en este momento, aseguró CNN.
“Me siento realmente decepcionado porque él ha pasado por algo similar, sabe cómo se siente el dolor y Archie es su nieto”, señaló, añadiendo: “Al mismo tiempo, siempre lo querré. Pero hay mucho dolor, y arreglar esa relación seguirá siendo una de mis prioridades”, aseguró, en declaraciones citadas por Hola.
De esta manera, el príncipe Guillermo es el primer miembro de la familia real que se refiere a esta situación frente a los medios de comunicación, pues la Reina Isabel ya lo había hecho en un comunicado en el que el equipo de Buckingham emitido en la tarde del pasado martes, indicó la intención de apaciguar los ánimos y acercar posturas. Igualmente, en él, la Reina dejó constancia del cariño que la familia real tiene por los duques de Sussex y su hijo.
“Toda la familia está apenada al conocer hasta qué punto han sido difíciles los últimos años para Harry y Meghan. Los temas que se han tratado, sobre todo en el aspecto racial, son preocupantes. A pesar de que algunos recuerdos de lo ocurrido pueden variar, se toman muy en serio y se tratarán de manera privada por la familia. Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia”, reza la nota oficial.
Finalmente se espera que para los siguientes días la Reina Isabel II, según informa el Daily Mail, tenga un acercamiento telefónico con su nieto Harry para tratar de llegar a un entendimiento. Cabe recordar que durante la entrevista los duques de Sussex solo tuvieron buenas palabras para la monarca. “Siempre fue maravillosa conmigo”, recordaba Meghan, mientras que el Príncipe admitía: “La respeto demasiado”.
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