Julián Figueroa murió el pasado 9 de abril de 2023, conmocionando al mundo musical, justo un día después del que sería el cumpleaños número 72 de su fallecido padre, Joan Sebastian.
Y aunque su muerte sigue siendo objeto de todo tipo de cuestionamientoss por parte de sus fieles fans, quienes hurgando en sus mensajes en redes sociales notan que el hijo de Maribel Guardia estaría atravesando por un momento duro de depresión, que se fue empeorando por el dolor de no haber superado la partida de su papá, hace ya casi 8 años, curiosamente Julián había hablado de su propia muerte, hace apenas un tiempo.
Fue durante una visita que hizo al set del programa “La mesa caliente”, de Telemundo, donde el cantante de apenas 27 años, se refirió a la muerte, luego de que la conductora Giselle Blondet le hiciera una pregunta sobre uno de sus tatuajes, en el que aparecía el símbolo de la muerte.
Julián, con mucha seguridad, y manejando el tema de forma muy natural, explicó que siempre pensaba en la muerte como un elemento determinante en su propia vida, y dijo que se hizo ese tatuaje de una calaca por su padre, cuya muerte nunca logró superar.
“Este es un símbolo de mi papá, le agregué (al tatuaje) el símbolo de la muerte y el tiempo, porque creo que la muerte y el tiempo nos delimita”, explicó Julián.
Y luego de que la conductora Verónica Bastos asegurara que Joan Sebastian tenía símbolos como esos de la muerte en su rancho Las Palmas, el cantante continuó con sus comentarios sobre la muerte y lo que para él su muerte representaba.
“Esto es fe, amor, y suerte, pero finalmente la muerte y el tiempo son nuestras limitantes, y si eres conciente de que tenemos el tiempo limitado y que está la muerte presente, aprovechas la vida”, agregó el joven, quien dejó claro que no sentía temor por abandonar el mundo.
“La gente le tiene mucho miedo a la muerte, pero la muerte, no creo que es el final. Simplemente es una parte de la vida, y si eres conciente de ello, aprovechas el tiempo y este regalo hermoso que es la vida”, enfatizó el artista, quien reconoció que el fallecimiento de su padre, en el 2015, lo marcó mucho y le hizo empezar a ver la muerte de manera más presente.
“Creo que sí, ver a mi padre morir y ver que la persona que amé tanto, tanto, tanto, y ver que se acabó su vida de un momento a otro, me hizo darme cuenta que hay que vivir. Todos los hombres morimos, pero sé que mi padre vivió intensamente al máximo cada momento y entonces, quiero aprovechar cada segundo de mi existencia”, concluyó el joven en su entrevista, que fue reproducida hace unos días, tras su muerte.
Tras el fallecimiento de Julián, las conductoras de “La mesa caliente” destacaron que el joven era un chico muy dulce y muy maduro para su edad y no ocultaron que les impacta ahora haberlo oído hablar de la muerte.