El capitán del Barcelona Leo Messi esperaba con muchas ganas este partido. El argentino sabe que se encuentra en la fase final de su carrera futbolística y echa de menos levantar la copa de la máxima competición continental.
Desde el año 2015, en que el Barcelona derrotó a la Juventus en la final de Berlín, el Barcelona ha fracasado en sus intentos de ganar la Champions League.
Este año, pese a tener peor plantilla que años anteriores, el formato de partido único puede favorecer las sorpresas en las eliminatorias.
En cualquier caso, ayer vimos una versión espectacular del argentino, sobre todo en la primera parte. Messi se ofrecía constantemente, generaba peligro, daba asistencias de mucha calidad y cada vez que recibía el balón se le veía con especiales ganas de impresionar.
El rendimiento de Messi, al detalle
Como decíamos, el argentino fue quien marcó la diferencia. Para ver su influencia en el partido basta fijarnos en su aportación en las jugadas de gol. En el primero, fue él quien provocó el córner. El segundo es una obra de arte del argentino, mientras que el tercero es un penalti que provoca él mismo.
De hecho, Messi pudo marcar un doblete si no le hubiesen anulado el segundo tanto por unas manos algo dudosas. Vean el control y la definición del astro argentino. Exquisitos.
En la segunda parte, algo tocado, bajó el rendimiento. Sin embargo, aquí tienen el rendimiento del argentino a lo largo del partido. Números de estrella en partido grande. Sin duda alguna, el Barcelona necesitará sí o sí esta versión de Messi ante el Bayern de Munich si quiere tener alguna opción de pasar a cuartos de final.
Messi terminó el partido tocado. ¿Está lesionado?
Si hay alguna jugada que defina la intensidad con la que Messi disputó el encuentro ante el Nápoles, esa es la del tercer gol. El argentino saltó a la presión ante Koulibaly a una velocidad endiablada, el francés estuvo lento y cuando armó la pierna para rechazar el balón, ya era demasiado tarde. Penalti y un golpe tremendo que se llevó el capitán, que estuvo casi 4 minutos tendido en el césped recuperándose. Aquí tienen la jugada:
Tal fue el golpe que el propio Messi cedió el penalti a su gran amigo Luis Suárez, que no falló y engañó a Ospina.
Durante la media parte, se pensó que el argentino podía ser sustituido por precaución, teniendo en cuenta que la eliminatoria estaba muy encarada, pero Messi siguió sobre el terreno de juego a lo largo de todo el segundo tiempo. Cierto es también que vimos a un Messi mucho más reservado y más comedido. No quería forzar ante una hipotética lesión.
Tal y como informa Marca, no hay que alarmarse. Leo Messi no está lesionado. Simplemente tiene un fuerte hinchazón en el pie izquierdo, que se tratará con hielo e inflamatorios durante las próximas 48 horas. No peligra para nada su presencia en cuartos de final en Lisboa ante el Bayern. Sin duda alguna, un gran alivio para los azulgranas. Se le necesitará… mucho.
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