El pasado domingo 2 de octubre, el gobierno de Haití informó de la muerte de al menos ocho personas por un brote de cólera luego de que transcurrieran tres años sin detectar ningún reporte sanitario que informara de la aparición de esta enfermedad.
De hecho, el último caso se presentó en enero del año 2019, en I’Estére, departamento de Artibonito, donde un menor de tan solo cinco años de edad, que fue hospitalizado por el brote, logró sobreponerse a la enfermedad.
Los casos de colera actuales corresponden a personas enfermas de la ciudad capital de Puerto Príncipe, exactamente en Carrefour Feuilles y en Cite Soleil, un suburbio levantado en cercanías del mar, de acuerdo con The Washington Post.
“El cólera es algo que se puede propagar muy, muy rápido”, advirtió Laure Adrien, director general del Ministerio de Salud de Haití, en declaraciones citadas por LA Times.
En referencia a la emergencia sanitaria de Haití, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomendaron a los Estados Miembros, tomar medidas rápidas que fortalezcan la vigilancia, detención oportuna y planes de contingencia frente a los casos de cólera y de diarreas agudas.
Así mismo, instaron a los estados Miembros, a mejorar las condiciones de vida de los haitianos, implementando medidas de saneamiento y de potabilización de aguas, informó Paho.org.
“El tratamiento precoz y adecuado mantiene la tasa de letalidad de los pacientes hospitalizados en cifras menores a 1%”, destacan las autoridades sanitarias, según el portal Consultor Salud.
Y es que de acuerdo con el diario El Tiempo, las condiciones en Haití han empeorado en las últimas semanas con bloqueos, escasez de combustible, marchas de protestas, saqueos y huelgas generales.
“Esta situación complica enormemente la respuesta humanitaria”, detalló el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier. “La situación está evolucionando rápidamente, y es posible que casos anteriores no se hayan detectado”, añadió, asegurando que las cifras de muertos podrían ser “mucho más altas”.
Como contención a que se presente de nuevo una situación de epidemia por cólera en Haití, como la ocurrida después del terremoto del 2010, donde cerca de casi 10.000 personas perdieron la vida y 820.000 más se vieron afectados. Lindmeier indicó que se está preparando una solicitud para presentarla al grupo de coordinación internacional para la adquisición de vacunas orales contra el cólera, informó AP.
Los bloqueos complican la situación
A raíz de que una de las pandillas más poderosas de Haití tiene bloqueada la entrada a la principal terminal de combustible de la capital, la escasez de gasolina ha agravado el transporte de suministros y de agua potable. Las protestas también tienen paralizado gran parte de la isla, y todo esto ha sido un caldo de cultivo para que los brotes de la enfermedad se propaguen de manera más rápida.
Laure Adrien, Director General del Ministerio de Salud de Haiti, explicó que sitios desde donde se reportaron casos de la enfermedad se vieron inasistidos por los funcionarios de la salud debido a que encontraron bloqueos, manifestaciones y falta de combustible que le impidieron llegar hasta ellos.
“Este es un problema real. Esperamos que esto no se propague”. El funcionario instó a que cesen las manifestaciones y a que “tengan consciencia”. Adrien destacó que ninguna de las personas que murió fue capaz de llegar a tiempo a un hospital, informó PBS.
1.2 millones de niños en amenaza
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), previno que ante esta situación la población que se vería más afectada por una epidemia de cólera sería la población infantil. Bruno Maes, funcionario de la organización y representante en Haití, señaló que “muchas de las familias haitianas más pobres no tienen otra opción que beber y usar agua no potable”, y que esto se convierte en un factor de riesgo para el contagio.
“Las familias no pueden comprar jabón para lavarse las manos, no se recoge la basura en las calles, los hospitales están cerrados o no pueden operar. Todos estos ingredientes han convertido a Haití en una bomba de relojería para el cólera. Ahora ha explotado”, agregó de acuerdo con UNICEF
El establecimiento, indicó que como consecuencia de la protesta social que tiene paralizada la isla, 17 de las 22 sedes principales de atención sanitaria, podrían verse forzadas a cerrar sus puertas por falta de combustible, enfatizando en que cerca de 50.000 niños, niñas, adolescentes, recién nacidos y víctimas de violencia sexual, podrían exponerse a no ser atendidos en sus condiciones médicas en las siguientes semanas.
Anotó, que, en el momento, la mayoría de los hospitales no están prestando sus servicios por la inseguridad y los saqueos, sumados a la escasez de gasolina y a los bloqueos.
En el comunicado Bruno Maes, dice:
“El cólera puede propagarse fácilmente como un reguero de pólvora por todo Haití si las personas siguen sin tener acceso a los servicios básicos de salud, agua e higiene, o estos tienen un acceso limitado debido a la inseguridad.
Para reducir los riesgos de un brote importante, nuestra preocupación más urgente no es solo comprar y entregar agua potable, cloro y jabón, sino también encontrar formas de llegar a las familias más pobres en las áreas controladas por las pandillas”.
Finalmente, según los últimos datos disponibles sobre desnutrición en Ciudad del Sol, donde se registró el primer caso de cólera en el país, uno de cada cinco niños y niñas menores de cinco años sufre desnutrición grave o aguda moderada. Debido a la escasez de servicios básicos en Ciudad del Sol, existe la preocupación de que muchos niños, niñas y adolescentes puedan morir a causa de este resurgimiento del cólera, expresó UNICEF.
https://twitter.com/GHS/status/1577393619937345536
UNICEF ha posicionado una reserva de contingencia para ayudar al Gobierno de Haití a responder al recrudecimiento del cólera:
• 755.000 pastillas potabilizadoras para atender a 15.000 personas durante 15 días
• 28.230 pastillas de jabón para atender a 14.000 personas durante un mes.
• 20 vejigas de 10 metros cúbicos, 10 vejigas de 5 metros cúbicos y 30 tanques ya están a disposición de la agencia nacional de agua y saneamiento de Haití (DINEPA)
• Se ha realizado un pedido de 80 bidones de cloro de 45 kg, por un total de 3.600 kg, para apoyar a la DINEPA en la cloración del agua en Puerto Príncipe, la desinfección de los hogares afectados y el abastecimiento de los centros de salud en las zonas afectadas.
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