Centenares de personas en todo el territorio colombiano, salieron a protestar el pasado miércoles 28 de abril en contra del proyecto de Reforma Tributaria propuesta por el presidente del Centro democrático Iván Duque. Las marchas se han prolongado durante el jueves, viernes y se tienen previstas continuar para el 1 y 2 de mayo.
La convocatoria a la marcha denominada “La marcha del 28A”, se dio en momentos en que el país se encuentra sumido en medio de una grave crisis sanitaria por el aumento de casos de contagio de Covid-19 y sus linajes, y que amenaza con colapsar la red hospitalaria del país.
En varias ciudades de Colombia, los manifestantes se hicieron presentes para de forma pacífica a través del arte, el baile y las arengas, alzar su voz de inconformidad frente al proyecto, pero trascurridas varias horas se comenzaron a presentar graves disturbios y vandalismo, que dejaron al final de la jornada un saldo de dos muertos, 26 heridos, 44 oficiales de policía heridos, cuantiosos daños materiales, y toques de queda en las principales ciudades.
Las personas que perdieron la vida se reportaron en las ciudades de Cali y Neiva, al suroccidente del país, en hechos que son investigados por las autoridades locales y la policía.
El presidente de Colombia, Iván Duque, condenó los actos vandálicos que acompañaron a las protestas. “Entendemos el derecho constitucional para la expresión pacífica de los ciudadanos, pero lo que hemos visto el día de hoy en muchos lugares es vandalismo criminal, es atentar contra la infraestructura, contra los negocios de otras personas, contra los medios de comunicación”, expresó el presidente, en declaraciones citadas por la vanguardia.
La Reforma “impopular”
Aunque la administración Duque presentó el proyecto de Reforma Tributaria como una herramienta que mitigue la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus, la medida ha sentado bien en la ciudadanía, ni tampoco en el legislativo, incluyendo a los propios congresistas miembros del partido de gobierno, quienes hicieron reparos a la reforma.
Para el profesor de ciencia política de la Universidad del Rosario Yann Basset, el presidente “está en una situación muy difícil”, pues “el descontento y el rechazo a la reforma ha sido bastante generalizado”.
Pero Duque sabía que presentar el proyecto “a un año de las elecciones y además en medio de una pandemia que genera muchos problemas económicos y sociales (…) iba a ser extremadamente impopular”, añadió.
Es de señalar que, con esta reforma, el gobierno pretende recaudar el equivalente a unos $6.300 millones de dólares entre 2022 y 2031, y entre algunas de las propuestas que más descontento y rechazo presenta, están el de gravar servicios básicos en zonas de clase media-alta, funerales, gasolina y el de crear un impuesto sobre la renta para personas que ganen más de $656 dólares mensuales, en un país donde el salario mínimo es de $248 dólares.
Es de señalar que los colombianos también alzarán sus voces para protestar por la omisión del gobierno frente la criminalidad y la corrupción en que se encuentra sumergido el país.
“Frente a los asesinatos de líderes sociales, sindicales y ambientales, las masacres, el desempleo, la falta de vacunas… la respuesta del gobierno es una reforma tributaria que recae fundamentalmente en los hombros de las personas con menos ingresos”, dijo a The Associated Press el sindicalista Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
“Es necesario que salgamos a la calle, pese a nuestra edad, porque es la única forma de que el gobierno entienda que toda la población está en contra”, dijo a la AP José Forero, vocero de la Confederación de Los pensionados, quienes protestan especialmente contra la propuesta de gravar las pensiones de más de 4,8 millones de pesos (aproximadamente $1.200 dólares).
Santiago de Cali, foco de la protesta
Una segunda jornada de protestas en contra de la Reforma Tributaria, se presentó el jueves 29 de abril. Los disturbios y bloqueos hicieron de las principales ciudades del país un panorama no distante del que muestran los países en guerra.
Humaredas, explosiones, disparos, llantas quemadas, ambulancias, sirenas, helicópteros…algo nunca visto en Colombia después del Bogotazo.
La ciudad de Cali, siendo una de las ciudades con una problemática social de violencia, pobreza, y de migrantes indígenas, campesinos, población afro, y ahora venezolanos entre otros, fue una de las capitales más enardecidas frente a las medidas adoptadas por el gobierno.
En la capital Del Valle, los Indígenas del pueblo Misak, dibujaron una vista más despejada de la ciudad desde el oeste de la misma. El monumento a Sebastián de Belalcázar, la estatua del fundador y lugar icónico y turístico de la ciudad fue derribado por esta comunidad como una forma de reivindicar sus ancestros frente a un un español genocida.
Así mismo, dentro de la jornada de paro, las autoridades de la ciudad informaron que se registraron actos violentos que atacaron e intentaron saquear comercios por lo que fue necesario que el ESMAD acudiera a los lugares que fueron blanco de los vándalos.
Durante todo el día y parte de la noche, se presentaron veinte bloqueos, se suspendió el transporte del MIO, cuya flota de buses sufrió quemas que dejaron buses de perdida total, hubo saqueo de mercancías a centros de comercio, se atacaron CAI de la policía, cámaras de foto multa fueron derribadas y además se cerró con obstáculos la ciudad para impedir la movilidad a los municipios de Yumbo, Jamundí, Candelaria y Palmira que quedaron completamente obstaculizadas.
“En este proceso hemos venido individualizando, ya hemos identificado, treinta capturas de ellos, cuatro han sido venezolanos”, indicó Jhon Freddy Encinales, director Seccional de la Fiscalía, según Noticias 1.
En medio de todo este caos, el Ministro de Defensa, Diego Molano, y el Ministro del Interior, Daniel Palacios, anunciaron la decisión en una declaración conjunta.
”Habrá presencia de la fuerza pública adicional para garantizar la tranquilidad y desarticular estas bandas criminales que buscan afectar los bienes en la ciudad de Cali”, expuso Molano. Igualmente, el ministro de Defensa instó a la ciudadanía a mantener la tranquilidad, pues prevé una campaña de desinformación en redes sociales e internet sobre el orden público en la región.
Mientras que el personero de la ciudad dijo: “Hemos visto directamente que en el proceso y vandalismo han adelantado disparos, personería está atenta a las personas heridas“, dijo el secretario de Seguridad de Cali, Carlos Rojas.
Frente a la situación que atraviesa el país, el ministro del Interior, Daniel Palacios, puntualizó que Cali es la única ciudad de Colombia en la que hubo disturbios y vandalismo este 29 y 30 de abril.
“En todo el territorio nacional hemos tenido normalidad, con excepción de Cali y el Valle del Cauca, donde el vandalismo organizado, sistemático y delincuencial ha pretendido afectar la propiedad privada y pública y el transporte”, aseveró según el País.
Finalmente en la ciudad estos desmanes no han opacado las marchas pacificas y los actos culturales en contra de la mal llamada “Ley de solidaridad sostenible” que quiere implementar el gobierno.
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