No fue una expulsión cualquiera para Neymar. Tampoco un partido que olvidará fácilmente. El brasileño fue uno de los cinco futbolistas que vieron la tarjeta roja en el accidentado clásico francés disputado este domingo entre Paris Saint-Germain y Olympique de Marsella, válido por la Ligue 1, y todavía tiene la espina en el ojo por su cruce con Álvaro González, a quien acusó de racista.
Un día después de la batalla campal que se desató en el campo de juego del Parque de los Príncipes, Neymar utilizó sus redes sociales para volver a expresarse contra el racismo, luego de apuntar al español González por un supuesto insulto racista que le habría dicho mientras discutían durante el final de encuentro.
Mediante una fuerte y extensa carta, el crack brasileño del PSG realizó su descargo sobre el violento episodio en el que se vio involucrado y volvió a cargar fuerte contra los actos de racismo en cualquier ámbito.
“Más amor al mundo”, tituló “Ney” a la publicación que difundió en su cuenta oficial de Instagram, la cual destaca por una dura frase: “Soy negro y estoy orgulloso”.
El posteo del brasileño ya va camino a los 650 mil likes y sumó una enorme cantidad de comentarios en apoyo al reclamo de “Ney”, quien denunció públicamente a Álvaro González por tratarlo de “mono hijo de puta”.
El comunicado completo
“Ayer me rebelé. Me amonestaron con roja por querer pegar a alguien que me ofendía. Pensé que no podía irme sin hacer algo porque me di cuenta que los encargados no harían nada, o porque no se dieron cuenta o ignoraron el hecho. Durante el partido quise responder como siempre, jugando al fútbol, pero los hechos demuestran que no lo logré. Me rebelé…”.
“En nuestro deporte, agresiones, insultos, forman parte del juego, de la disputa, no puedes ser cariñoso. Entiendo a este chico en parte. Todo es parte del juego, pero el racismo y la intolerancia no es aceptable”.
“Yo soy negro, hijo de negro, nieto y bisnieto de negros también. Estoy orgulloso y no me veo a mí mismo diferente de nadie. Ayer quería que los responsables del juego (árbitros, asistentes) se posicionaran de forma imparcial y comprendí que ya no hay lugar para actitudes de prejuicio”.
“Reflexionando y viendo toda la manifestación que sucedió, me entristece el sentimiento de odio que podemos provocar cuando en el calor del momento nos rompemos”.
“¿Debería haberlo ignorado? Hoy con la cabeza fría sigo sí. Sin embargo, mis compañeros y yo pedimos ayuda a los árbitros y nos ignoraron… ¡Ese es el punto!”.
“Acepto mi castigo porque yo debería formar parte del deporte limpio, pero espero que “los agresores” también sean castigados”. El racismo existe, pero nosotros tenemos que pararlo, no más, suficiente”.”El chico era un tonto, y yo actué como un tonto al envolverme en ello. Necesitamos reflexionar que la gente blanca y negra estamos en las mismas condiciones, el daño por la confrontación puede ser muy perjudicial para ambos lados. Ante Dios todos somos iguales””Voy a seguir mi camino, que es jugar al fútbol. Permanezcamos en paz, sabéis de lo que hablo… yo se lo que hice… más amor para todo el mundo”.
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